La estética de la tristeza: cómo Murakami y Sylvia Plath embellecen el vacío - Micaela Franco

Imagen por jae, obtenida de Pinterest

La tristeza, un sentimiento universalmente humano, se presenta de diversas formas: desde el dolor personal y profundo hasta la melancolía más ligera que se desliza entre los días grises. Pero, ¿qué sucede cuando los escritores deciden no solo hablar de la tristeza, sino convertirla en un arte? ¿Cuándo la tristeza no es un peso, sino un camino hacia la belleza misma? Hoy quiero explorar cómo dos autores, aparentemente distantes en estilo y cultura, han logrado convertir ese vacío emocional en una estética, algo casi poético: Haruki Murakami y Sylvia Plath.

Ambos comparten un enfoque único sobre el dolor humano, pero lo más fascinante es cómo este vacío emocional no se presenta como algo a evitar, sino como un espacio vital que, paradójicamente, puede dar lugar a una profunda belleza. A lo largo de sus obras, las autoras nos invitan a confrontar la tristeza, a mirarla de frente, a habitarla y, finalmente, a encontrar algo hermoso en ella. Pero ¿cómo lo hacen? lo analizaremos a continuación.

🎧 Pero antes, te invito a escuchar esta playlist mientras te adentras en los mundos de Murakami y Plath.Playlist recuperada de Spotify: canal Seu Gosto Pop

Haruki Murakami: La tristeza en los pliegues del surrealismo

Murakami tiene un enfoque particular para tratar la tristeza: la presenta de una forma que no es invasiva, pero que se filtra en el alma de sus personajes. En obras como Tokio Blues (Norwegian Wood), la tristeza se manifiesta principalmente como una melancolía tranquila, una sensación que habita en los pequeños detalles de la vida cotidiana. Sus personajes, como Toru Watanabe, navegan por la vida mientras lidian con la pérdida, el duelo y la soledad. Sin embargo, en lugar de presentarlo como un obstáculo, Murakami lo coloca como una parte integral de su viaje emocional, un proceso que lleva a sus personajes a un autoconocimiento profundo. Lo que destaca en la obra de Murakami es cómo la tristeza no es solo un tema, sino una atmósfera que impregna toda la narrativa.

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Murakami también juega con el surrealismo para representar esta tristeza. Sus novelas están llenas de momentos oníricos y absurdos que permiten a los personajes explorar su dolor de manera introspectiva. Este enfoque de lo surreal no solo ayuda a capturar la tristeza, sino que la presenta como un proceso transformador, donde las emociones más oscuras llevan a una comprensión más profunda de uno mismo y del mundo. La tristeza en Murakami no es algo a vencer, sino una fase necesaria para el crecimiento personal.

Sylvia Plath: La belleza en la desesperación

En el caso de Sylvia Plath, la tristeza se presenta de una manera mucho más visceral y desgarradora, como podemos ver en su famosa obra La campana de cristal (The Bell Jar). A través de la protagonista, Esther Greenwood, Plath nos ofrece una mirada cruda y honesta sobre la depresión y el vacío existencial. A diferencia de Murakami, quien utiliza una atmósfera serena, Plath explora la tristeza en sus formas más intensas, a veces incluso angustiosas. La protagonista se enfrenta a la desesperación de una manera profunda, pero lo que la convierte en una figura literaria fascinante es cómo la autora transforma esa desesperación en algo estéticamente bello. Lo que hace única la escritura de Plath es la capacidad para fusionar la tristeza con la poesía. 

A través de esta escritura poética, Plath nos invita a ver la tristeza no solo como un mal, sino como una experiencia que, aunque dolorosa, puede ser profundamente transformadora. Su enfoque es mucho más sombrío que el de Murakami, pero igualmente efectivo. La tristeza en Plath es una forma de arte desgarrado, un reflejo de la lucha interna que muchos enfrentan en su búsqueda por encontrar sentido a sus vidas.

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La estética de la tristeza: Un espacio para la transformación

Tanto Murakami como Plath nos muestran que la tristeza no es solo algo que se debe superar, sino algo que puede ser integrado en nuestro proceso de crecimiento personal. A través de sus historias, nos enseñan que, en lugar de huir de los momentos difíciles, podemos aprender de ellos, reflexionar sobre ellos y, de alguna manera, encontrar belleza en lo que parece estar roto.

En última instancia, la tristeza no es un obstáculo, sino un espacio de transformación. Ya sea a través del surrealismo tranquilo de Murakami o la intensidad visceral de Plath, ambos autores logran convertir el vacío emocional en un viaje profundo, un viaje donde las emociones complejas son tratadas con la delicadeza que solo la literatura puede ofrecer. Al final, la tristeza se convierte en un espacio fértil donde podemos descubrir nuevas formas de entendernos a nosotros mismos.

🎙️ Si te interesa seguir explorando cómo la tristeza se transforma en literatura, el episodio "Sad Girl Novels" del podcast Literary Friction analiza este fenómeno desde la narrativa contemporánea.

Podcast recuperado de Spotify: canal Literary Friction

💬 ¿Alguna vez has encontrado belleza en la tristeza de un libro? ¿Qué opinas de cómo Murakami y Plath representan el vacío emocional en sus obras? Déjame tu opinión en los comentarios.