¿Se puede leer mal un libro?

La respuesta corta sería: depende. No existe una única manera "correcta" de leer una historia, pero sí existen lecturas superficiales, sesgadas o apresuradas que pueden empobrecer la experiencia. Leer mal no significa "no entender todo", sino no permitirnos conectar genuinamente con lo que el autor propone.

Cada lector llega al libro con su propio bagaje emocional, cultural y vital. Por eso dos personas pueden leer la misma novela y tener experiencias completamente distintas. A veces proyectamos tanto de nosotros mismos en una lectura, que dejamos de ver lo que el texto realmente está planteando. Otras veces simplemente no estamos en el momento adecuado para ese libro: no estamos preparados para sus matices, para su ritmo o para su dolor.

¿Significa eso que una interpretación es mejor que otra? No necesariamente. La riqueza de la literatura está en que un mismo libro puede ser una experiencia distinta en cada vida, en cada momento. Sin embargo, hay algo que sí podemos cuidar: nuestra apertura como lectores. Leer bien —si queremos llamarlo así— implica permitirnos escuchar al libro antes de imponerle nuestras certezas.

Además, como lectores responsables, podemos cultivar la humildad de reconocer cuando una historia nos incomoda, nos desafía o nos exige más de lo que esperábamos. En ese sentido, "leer mal" podría ser negarnos a ese esfuerzo, preferir una interpretación cómoda y rápida cuando el texto pedía algo más de nosotros.

Sobre este tema, te recomiendo mucho escuchar el podcast "Sala de Papel", un podcast dedicado a diversas lecturas de todo tipo y diversas interpretaciones.  

En este blog también hablamos del famoso "Dime que lees y te diré quién eres" puedes leer más en nuestro artículo haciendole clic a nuestro enlace. 

Me gusta pensar que cada lectura es una especie de pacto: el autor deja pistas, símbolos, caminos posibles... y nosotros decidimos cuáles seguir. Y aunque no haya una única forma correcta, sí existe la posibilidad de una lectura más atenta, más viva, más auténtica.

Ahora quiero preguntarte:

¿Alguna vez sentiste que “no entendiste” un libro, pero que aun así te dejó algo importante?

Me encantaría leer tu experiencia en los comentarios.