¿Por qué algunos libros nos marcan y otros pasan sin dejar huella?

 




Hay libros que, sin saber exactamente por qué, se nos quedan adentro. No importa cuánto tiempo pase: recordamos una escena, una frase, un personaje, o incluso solo la emoción que nos provocaron. Y luego están los otros. Aquellos que leímos, terminamos, quizás incluso disfrutamos en el momento, pero que pronto se desvanecieron de la memoria como si nunca hubieran estado ahí.

¿Qué hace que un libro nos marque? La respuesta no siempre está en la calidad literaria. Existen novelas técnicamente impecables que no nos tocan ni de cerca, y otras, con estructuras más simples o incluso caóticas, que nos atraviesan por completo. Tal vez tenga que ver con el momento en que ese libro llega a nuestras manos. La literatura, como cualquier forma de arte, dialoga con quien la recibe. No somos los mismos lectores a los veinte que a los treinta, y probablemente tampoco lo seremos dentro de diez años. La historia que hoy nos parece obvia o banal, pudo habernos salvado en otra etapa de la vida.

También influye la identificación emocional. A veces no es la trama en sí, sino la forma en que un personaje piensa, una herida que lleva, una manera de mirar el mundo que se parece demasiado a la nuestra. En esos casos, el libro deja de ser solo una historia: se convierte en un espejo, o incluso en una compañía. Y es difícil olvidar algo que nos sostuvo en un momento vulnerable.

El estilo narrativo es otro factor. Hay autores cuya forma de escribir resuena de manera particular con nuestra sensibilidad. Puede ser una voz íntima, poética, cruda, irónica. A veces no es lo que se cuenta, sino cómo se cuenta, lo que logra quedarse con nosotros. Una frase bien escrita puede encapsular una verdad que intuíamos, pero que hasta entonces no habíamos logrado nombrar.

Por supuesto, también influye el contexto en el que leemos. Un mismo libro leído durante un viaje, en medio de una pérdida, o al iniciar una nueva etapa, puede adquirir un significado completamente distinto. Hay lecturas que funcionan como anclas en nuestra biografía. No solo recordamos el libro, sino también quiénes éramos cuando lo leímos.

Además, depende de mucho el formato en el cual leemos nuestros libros, en este blog tenemos un post muy intersante sobre eso "La experiencia de leer en libro vs leer en pantalla" el cual te contamos sobre las diferencias de leer en papel y en pantalla. 

Y finalmente, hay algo de misterio en todo esto. Porque no siempre hay una razón concreta. Hay libros que nos marcan sin explicación aparente, como si algo en ellos hubiese sintonizado con nosotros a un nivel más profundo, casi instintivo. Y eso también es parte de la magia de leer.

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No todos los libros tienen que dejarnos una huella profunda. Algunos simplemente entretienen, acompañan, enseñan. Pero cuando uno encuentra ese libro que permanece —que cambia algo, aunque sea pequeño—, uno entiende que la literatura no es solo una forma de contar historias, sino una forma de vivir.



Te invitamos a que escuches este videopodcast llamado: "Libros que me marcaron" el cual la youtuber Natayla nos cuenta su experiencia, date un tiempo y comentanos que te parece en los comentarios. ☺️😁

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